En la Semana de Lucha contra la Pobreza Energética, desde la Coalición por la Energía Comunitaria queremos compartir diferentes recursos e iniciativas para atajar la pobreza energética a través de la participación real de las personas, a través de las comunidades energéticas.
Desde la Coalición defendemos que las comunidades energéticas vayan mucho más allá que un proyecto de índole tecnológica que busca sustituir una tecnología por otra. Creemos que estamos ante procesos de transformación social a través de los cuales podemos promover no sólo una descentralización física de la energía, sino también de poder que se articula a través de ella. No sólo a través de la independencia del oligopolio, sino que además, desde una participación social real y feminista, la energía comunitaria puede crear comunidades que subviertan las relaciones de poder también en nuestros barrios, nuestros pueblos, nuestras ciudades.
Para ello es necesario que las comunidades energéticas asuman también la tarea de erradicar la pobreza energética: una de las máximas expresiones de la desigualdad social más acuciante que azota a Europa y al Estado español, donde más de 8 millones de personas sufren pobreza energética, muchos de los cuales son hogares monomarentales. Todo esto al mismo tiempo en el que las energéticas españolas siguen batiendo récords de beneficios, por encima incluso de las europeas.
A grandes rasgos, la pobreza energética se define institucionalmente como la situación de un hogar donde no se pueden satisfacer las necesidades básicas de suministros de energía por un nivel de ingresos bajo. Esta definición responsabiliza a las personas de su propia situación. Sin embargo, se trata de una consecuencia estructural de un sistema económico que especula con un bien necesario para la vida como es la energía, precarizando así la vida de las personas. Por este motivo hablamos de precariedad o vulnerabilidad energética.
Así, las comunidades energéticas pueden ayudar en la lucha contra la precariedad o pobreza energética a través de medidas apropiadas y creadas desde una perspectiva de derecho universal a la energía. Un proceso nada fácil sobre el que ya muchas iniciativas están reflexionando y proponiendo alternativas. Propuestas que pretenden superar patrones mercantilistas por un lado, y la estigmatización de las personas vulnerabilizadas, por otro.
En esta semana de lucha contra la pobreza energética, desde la Coalición compartimos una colección de recursos para ayudar a otras iniciativas de comunidades energéticas en este camino de construcción y colaboración por la justicia social para hacer frente a la pobreza energética desde la energía comunitaria:
Listado de recursos